1. El PNV avala la ley del PP que refuerza la implantación del ‘fracking’. Es decir, poner en jaque el medioambiente y entorno verde vasco. Las consecuencias de esta técnica de extracción de gas explotando el subsuelo contaminan el agua que bebemos, el aire que respiramos y el suelo que pisamos, entre otra decena de efectos que provoca. En este sentido, también habéis votado en favor del fraude de Urkullu con el fracking y su alianza con dos empresas norteamericanas para abrir pozos en Euskadi.
2. El PNV, entre otras cosas, es un mago en lo que a dilapidar el dinero público se refiere. Desde el BEC, con 330 millones de deuda, y que recibió otros 30 millones no hace mucho; hasta el fracaso estrepitoso de la Supersur, que destrozó El Regato. Pasando por las ayudas públicas ilegales a Habidite, caso en el que el Tribunal General de la Unión Europea tuvo que atizar al siempre “sensato” Diputado Foral, José Luis Bilbao.
3. Nueve apellidos vascos imputados por una presunta trama de cobro de comisiones. Eso de que en Euskadi no se folla es un mito tan grande como que no hay corrupción. Destacados miembros del PNV: Iñigo Camino, el ex asesor del actual presidente Andoni Ortuzar y Juan Cruz Nieves, exalto cargo de la Diputación de Bizkaia cobraron salarios por casi 300.000 euros sin ir a su puesto de trabajo. Aún no ha salido el juicio, por cierto.
A estos ejemplos se le puede añadir el juicio por prevaricación a un ex de EA ‘fichado’ por el PNV en Muskiz y otros cuantos sobre comisiones ilegales y proyectos automovilísticos. Además, la corrupción planea sobre otra decena de casos. Más: ‘El caso Bidegi’.
4. Si eres un pequeño comerciante, tienes un problema. La maravillosa gestión del Ayuntamiento de Bilbao para mantener la imagen tradicional de la ciudad pasa por conceder licencias hosteleras a grandes franquicias en el Casco Viejo y echar a las tiendas de toda la vida del barrio. En un mes, 10 comercios se verán abocados al cierre. Muchos ya lo han hecho. 10.000 personas han pedido en Change.org que se ponga fin a esto. (Lo digo porque aún podéis evitarlo)
Su apoyo explícito al TTIP es otro ejemplo en los que el Partido Nacionalista Vasco antepone los intereses de las grandes empresas a las de sus ciudadanos. ¿Qué es el TTIP y cómo te perjudica? Aquí, aquí y aquí.
5. La idea que tiene el PNV sobre lo que es el ejercicio del Periodismo dice mucho de lo que entienden por una sociedad plural, informada y que se preste a un debate de calidad sobre temas clave. Durante la campaña electoral, los jeltzales – y en especial la candidatura del que será alcalde de Bilbao- vetaron a un medio digital, y a sus lectores, por ser críticos con su gestión. Por otro lado, el Gobierno vasco pagó 20.415 euros a medios afines por ‘informaciones’ contra la ‘ley Wert’, otros 17.500 euros por seis reportajes en medios amigos y, como denuncio UPyD, un tercer caso de reportajes encargados por el Ejecutivo al Grupo Noticias (Deia) sin indentificar que se trataba de publicidad pagada. Van 41.500€, y los que no sabremos.
6. Aznar y la sombra del PNV. “A los nacionalistas vascos nos preocupa una combinación PP-Ciudadanos”, expresó recientemente el cabeza de lista del PNV al Congreso por Bizkaia.
“No es la primera vez que en una campaña el PNV dice sentirse preocupado e incluso se muestra muy beligerante con el PP y luego no tiene problema alguno en apoyar un gobierno de los populares. Así sucedió con Aznar, cuya investidura apoyó el PNV en 1996, sólo unos días después del cierre de una campaña en la que se mostró muy agresivo con él. No sólo votó a favor, sino que el entonces presidente del PNV, Xabier Arzalluz cambió radicalmente su discurso y tuvo palabras muy elogiosas hacia Aznar”. Lo escribe Roberto Uriarte en eldiarionorte.
El PNV se ha aliado de forma indiscriminada con el PP en el Congreso y con Ciudadanos en el Parlamento Europeo, donde además comparten grupo parlamentario. Entre todos vetaron una moción contra el TTIP en Europa y en el Estado.
7. Por último, no podría terminar este ilustrativo post sin mencionar al Ahletic Club de Bilbao. Mientras entonaban el ‘Zu Zara Nagusia’ y ‘Gu Euskaldunak Gara’, el PNV impedía que hubiera garantías laborales en las obras públicas del nuevo San Mamés. Según se denunció en su momento, el 80% de los trabajadores de un campo pagado al con buena parte del dinero público eran portugueses y el 10%, rumanos. No es la primera vez que sucede. En anteriores ocasiones ya se expusieron quejas por las condiciones de contratación de trabajadores.